miércoles, 8 de diciembre de 2010

Videos corporativos de las principales constructoras españolas


Después de ver los diferentes videos corporativos de las constructoras más importantes de España se pueden apreciar diferentes estilos de comunicación.

En primer lugar, el video del grupo ACS se centra en las cifras que ha conseguido la compañía mediante el desempeño de su actividad durante los años, y en lo bien que saben hacer las cosas o “eso dicen”. Además la voz de la narración es una voz contundente, fría y convincente, lo más importante del video porque hace que te creas lo que te cuenta.



Los videos de los grupos FCC y Acciona se parecen un poco porque lo que los diferencia  del de ACS es la música, muy bien escogida por cierto, y no la voz, que es una voz femenina más aguda y dulce, pero que narra más claramente los contenidos. El grupo FCC se centra más en la diversificación de sus actividades y de la empresa, además de la descripción al final del video de todas las infraestructuras construidas y retos alcanzados. En cambio, Acciona se centra en la filosofía de la empresa, su evolución y quienes la forman. Además insiste en su investigación en I+D+i  y nuevos materiales, pero su diferenciación principal se establece en el cuidado del medio ambiente, apostando por energía limpias y renovables, medios de transporte menos contaminantes…, como se puede apreciar en la hoja de su logotipo.


             
Por otra parte, Ferrovial tiene un video corporativo un poco distinto donde no hay narración, si una música un poco más agresiva, pero lo más importante es que van saliendo personas todo el tiempo, por lo que se le da gran importancia al grupo humano y a la igualdad entre hombres y mujeres. También van sacando palabras en inglés a modo de lemas de la compañía.



Por último, el video de Sacyr es más corto pero explica, en mi opinión, muy bien lo que la empresa, la diversificación de sus actividades con su participación en Repsol y sus concesiones. Además  enumera sus infraestructuras construidas más importantes, sus “retos imposibles”.


Como conclusión se podría decir que todas las empresas son del mismo gremio, todas tienen sus elementos diferenciadores que además son fieles a estos elementos porque son los que te van a subir o bajar en la escala del mercado, pero el denominador común de todas es el fin de sus acciones: aumentar los beneficios por supuesto, y contribuir al progreso de la sociedad y al bienestar del ser humano.

martes, 5 de octubre de 2010

Coca Cola y Pepsi, la guerra de las colas

Desde que Mr. Pemberton crease la misteriosa fórmula de la Coca Cola y posteriormente naciese Pepsi Cola, las dos compañías no han dejado de luchar por el monopolio del mercado de los refrecos y estar en la mente de todas la personas del mundo.



En sus inicios, Coca Cola no tenía ningún competidor y comenzó con anuncios donde resaltaba el carácter de bebida refrescante y estimulante, y no sólo un estimulante medicinal. Después de cosechar éxitos, surgieron imitaciones del refresco, entre ellos Pepsi Cola, que acabaría convirtiéndose en la gran competencia a nivel mundial. A Coca Cola no le preocupó, ya que se centró en demostrar la singularidad y diferenciación de la marca con respecto a las demás. Más adelante identificó su producto con un estilo de vida para todas las personas.

En ese momento Coca Cola estaba muy por delante de Pepsi, podía gastar bastante más dinero en publicidad que ellos y de esa manera no podían competir por lo que doblaron la cantidad de cola por el mismo precio. De esta manera, se hicieron un hueco entre la población más pobre, llegaban a muchos hogares y entraban en la vida de muchas personas que era lo importante, aumentando la cantidad de producto al mismo precio en detrimento de la publicidad que era mas costosa.


Con la llegada de la radio y la imagen se transformó el mundo de la publicidad de manera increíble. Se podía llegar a millones de personas en todo el mundo. Y eso no se podía desaprovechar. Las dos empresas contrataron los mejores publicistas y analistas de mercado para poder bombardear con anuncios a los consumidores y que la marca estuviese omnipresente en todo momento. Además con los contactos que las dos compañías tenían, como presidentes, actrices... intentaron universalizarse y crear tendencia, para que los seguidores de estas personas famosas los imitasen. Además, los dirigentes de Coca Cola extendieron sus ventas y su marca por el mundo gracias a sus amistades con los mandatarios y personas influyentes de otros países, intentando siempre dejar a Pepsi fuera de esos mercados.

Después de que Coca Cola creara el símbolo de los soldados norteamericanos bebiendo Coca Cola mientras nos salvaban y se extendiese la marca por el mundo, Pepsi contraatacó aprovechando su propio ingenio y las debilidades de Coca Cola. Supo que debía diferenciarse de ésta para crecer ya que a todo el mundo no le podría gustar la Coca Cola. De esta forma se catalogó como una bebida sana y sin droga en su composición que podían beber hasta los niños sin ningun peligro y además se identificó con la generación del Baby Boom para crear un símbolo en su vida  como era Pepsi.



Las dos empresas eran las mayores en el sector de las bebidas carbonatadas y para adelantarse a los pasos de la otra hubo espionajes empresariales y algunos directivos se cambiaron de bando, provocando la guerra entre las dos por reinar. Querían estar en todos los sitios, que toda la gente viese sus marcas y las tuviese presente por lo que se instalaron en colegios o ciudades a cambio de pagar a estas entidades o ayuntamientos. Así se aseguraban que la competidora no llegase a ese mercado aunque no siempre los conseguían. En los colegios se aseguraban que los niños crecieran con una marca y que toda su vida siguiesen consumiendo su producto creando un hábito.

Al final Pepsi y Coca Cola han llegado ha equiparan las ventas aunque en unos países se distribuya más un producto que otro, pero la grandeza de la marca y su difusión por el mundo ha sido gracias a sus estrategias particulares de empresa, a la publicidad mediante la cual han creado unos seguidores o fieles como si de una religión se tratase, y de la competencia que una marca ha ejercido sobre la otra y la gran rivalidad que se ha creado como si fuesen dos partidos políticos o equipos de fútbol.